COMPORTAMIENTOS ANORMALES ESTEREOTIPADOS EN CABALLOS

COMPORTAMIENTOS ANORMALES ESTEREOTIPADOS EN CABALLOS


Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción (Chile) 28/07/09
Dr. Mario Briones, del Departamento de Ciencias Pecuarias.
La frecuencia de comportamientos anormales estereotipados como aerofagia, bamboleo y paseo circular en la pesebrera, fue estudiada en 100 caballos Chilenos, de ambos sexos, estabulados en pesebreras individuales durante todo el día o parte de éste, amansados y de dos años o más pertenecientes a 16 criaderos de la comuna de Chillán.
Los caballos fueron observados desde las 7:00 a las 19:00 horas durante un día y su propietario o cuidador consultado si presentaba algún comportamiento anormal estereotipado. Los equinos de acuerdo a su edad se dividieron en dos grupos: de 2 a 5 años y mayores a 5 años, y de acuerdo al sexo en tres grupos: machos enteros, machos castrados y hembras.
Los datos fueron analizados por medio de la planilla electrónica Microsoft® Excel, para establecer las frecuencias, y para comparar diferencias existentes entre los comportamientos anormales y las variables sexo y edad se utilizó la Prueba Exacta de Fisher, con un nivel de significancia de P < 0,05. El 50% de los criaderos tenía uno o más caballos con algún comportamiento anormal estereotipado.
De los 100 equinos estudiados, el 10% manifestaba algún comportamiento anormal estereotipado, siendo el paseo circular en la pesebrera el más frecuente (8%), luego aerofagia (2%) y bamboleo (1%). Respecto al sexo, sólo se observaron diferencias estadísticamente significativas para paseo circular en la pesebrera entre machos enteros y hembras (P = 0,012), siendo este comportamiento más frecuente en machos enteros. Para la variable edad no se encontraron diferencias estadísticamente significativas.
Palabras claves: comportamiento anormal, estereotipias, equinos, caballo Chileno.
Introducción
En la vida silvestre, los caballos son gregarios y si tienen opción pasan más de la mitad de su tiempo en contacto con otros caballos (Houpt y Ogilvie-Graham 2002), por lo que el aislamiento social es una experiencia perturbadora (Mal y col 1991). Esto junto a algunas prácticas de manejo asociadas a la estabulación como la alimentación fraccionada pueden favorecer el desarrollo de algunos comportamientos anormales, los cuales son comunes en caballos domésticos (Simpson 1998).
Los comportamientos anormales no son deseados por los propietarios tanto desde el punto de vista estético como de salud, debido a que algunos de ellos pueden causar o predisponer a algunas patologías (Houpt 1995, McBride y Long 2001). Sin embargo, estos comportamientos anormales reflejan condiciones de vida inapropiadas asociadas a la domesticación (Mason 1991, Simpson 1998, Harewood y McGowan 2005), aun cuando se ha demostrado que para algunas de ellas existe una predisposición genética (Marsden 2002).
Los comportamientos anormales se pueden dividir en dos grupos, los propiamente anormales y los anormales estereotipados; los primeros son un acto aberrante con un fin determinado, en tanto que los estereotipados aparte de ser aberrantes son repetitivos, y se caracterizan por manifestarse con una secuencia de movimientos recurrentes e invariables, que se mantienen de un modo extraordinario y el animal parece tener dificultades para detenerlos, además no poseen un propósito o función definida (Dodman y col 1994).
El presente estudio tuvo como objetivos conocer la frecuencia de los comportamientos anormales estereotipados en el caballo Chileno estabulado y posteriormente comparar estos resultados con estudios realizados en otros países en diferentes razas o tipos de caballos y condiciones de manejo.
Material y metodos
En septiembre del 2007, de 16 criaderos de la comuna de Chillán, Región del Biobío, Chile, se utilizaron 100 caballos Chilenos inscritos en los Registros Genealógicos de la Sociedad Nacional de Agricultura, de ambos sexos, y que cumplieran con los siguientes requisitos: permanecer estabulados en pesebreras individuales durante todo el día o parte de éste, amansados y de dos años o más.
Los caballos fueron observados en sus pesebreras, por un solo observador, un día, desde las 7:00 horas a las 19:00 horas con la finalidad de detectar algún comportamiento anormal estereotipado, además, complementariamente, se consultó al propietario o cuidador si el caballo presentaba uno o más de los siguientes comportamientos anormales estereotipados: aerofagia (tragador de aire) con o sin apoyo, bamboleo (mal del oso), o bien paseo circular en la pesebrera. Los equinos de acuerdo a su edad se dividieron en dos grupos: grupo A (de 2 a 5 años; n = 33) y grupo B (mayores a 5 años; n = 67). De acuerdo al sexo los equinos se dividieron en tres grupos: machos enteros (n = 37), machos castrados (n = 26) y hembras (n = 37).
Analisis estadístico
Para el análisis de los datos se usó la planilla electrónica Microsoft® Excel para el cálculo de frecuencias, luego para comparar las diferencias existentes dentro de las variables sexo y edad se utilizó la Prueba Exacta de Fisher, con un nivel de significancia de P < 0,05.
Resultados y discusion
El 50% de los criaderos tenía uno o más caballos con algún comportamiento anormal estereotipado. Este porcentaje está dentro del rango observado en otros estudios realizados en el Reino Unido, siendo muy similar al 46% reportado por Waters y col (2002) en criaderos de caballos en donde sólo se consideraron caballos menores a cinco años, mantenidos la mayor parte del día en pradera.
También es similar a lo señalado por McBride y Long (2001) quienes encontraron que el 55% de los centros de competencias ecuestres y el 58% de las escuelas de equitación tenían caballos con este tipo de comportamientos. Sin embargo, los resultados son mucho menores al 80% reportado por estos mismos autores en corrales de caballos de carrera. Esto confirma que los comportamientos anormales estereotipados son muy comunes en los lugares donde se crían o mantienen caballos, principalmente si éstos se mantienen estabulados, lo que coincide con lo señalado por otros autores (Houpt 1986, Simpson 1998).
De los 100 equinos estudiados, el 10% manifestó comportamientos anormales estereotipados, resultado que se encuentra dentro del rango observado en otros estudios similares, en que las prevalencias reportadas varían entre 3,9 y 34,7% (Luescher y col 1991, Houpt 1995, McGreevy y col 1995a, Redbo y col 1998, Pell y McGreevy 1999, McBride y Long 2001, Marsden 2002, Waters y col 2002, Christie y col 2006).
El cuadro 1 muestra la frecuencia de comportamientos anormales estereotipados total y por edad en caballos Chilenos estabulados de la comuna de Chillán. De acuerdo a estos resultados se pudo establecer que sólo el 1% de los caballos presentaba más de un comportamiento anormal estereotipado, además, no se observaron diferencias estadísticamente significativas asociadas a la edad.
El cuadro 2 muestra la frecuencia de comportamientos anormales estereotipados según el sexo, observándose sólo diferencias estadísticamente significativas entre machos enteros y hembras para paseo circular en la pesebrera (P = 0,012), siendo más frecuente en machos enteros.
Tanto la aerofagia como el bamboleo tuvieron una frecuencia de presentación muy baja, cercana al límite inferior del rango reportado por otros autores, que para la aerofagia es de un 0,4 a 10,5% y para el bamboleo de 0,1 a 9,5% (McGreevy y col 1995a, McGreevy y col 1995b, Redbo y col 1998, Pell y McGreevy 1999, McBride y Long 2001, Waters y col 2002), lo cual era esperable ya que en el caballo Chileno muchos de los factores de riesgo están atenuados como el ser un pony (Christie y col 2006), que su alimentación se basa principalmente en forraje y no concentrado (McGreevy y col 1995a, Johnson y col 1998, Redbo y col 1998, Waters y col 2002, Bachmann y col 2003, Mills y col 2000), que el sistema de manejo permite el contacto visual entre caballos (McGreevy y col 1995a) y que se usa preferentemente cama de paja (McGreevy y col 1995a, Goodwin y col 2002, Christie y col 2006).
Es importante señalar que diversos estudios han demostrado que en la aerofagia con y sin apoyo, a diferencia de lo que se creía hasta hace algunos años, el aire deglutido llega sólo hasta la parte craneal del esófago y luego vuelve a la faringe (McGreevy y col 1995c, Marsden 2002), que los cólicos recurrentes observados con frecuencia en estos caballos son la causa y no consecuencia de este comportamiento y que son los factores genéticos y de manejo los que hacen pensar erróneamente que este comportamiento puede ser copiado por otros caballos (Houpt 1986, McGreevy y col 1995a, Marsden 2002, Nicol y col 2002).
Eso sí, está demostrado que en los caballos con aerofagia hay un aumento del tiempo de tránsito intestinal (McGreevy y col 2001). Respecto a nuestros resultados, llaman la atención dos situaciones: el alto porcentaje de caballos que realizan paseo circular en la pesebrera, ya que estudios anteriores realizados en caballos de carrera, enduro, adiestramiento y salto señalaban un rango para este comportamiento de entre 0,2 y 5,5% (McGreevy y col 1995a, McGreevy y col 1995b, Redbo y col 1998, Pell y McGreevy 1999, Waters y col 2002) y que el paseo circular en la pesebrera sea más frecuente que la aerofagia y bamboleo, situación observada sólo por McGreevy y col (1995b) en caballos de enduro en el Reino Unido y por Christie y col (2006) en caballos en Canadá.
Este comportamiento fue explicado por McGreevy y col (1995b) como una manifestación de aversión a la pesebrera, ya que el sistema de manejo del caballo de enduro implica gran cantidad de horas fuera de la pesebrera, recibiendo incluso su forraje fuera de ésta, por lo que la pesebrera no es el refugio que pudiera representar para caballos que tienen un manejo en que pasan pocas horas al día fuera de la pesebrera, situación que podría coincidir con el manejo del caballo Chileno, el cual pasa la mayor parte del día amarrado al aire libre fuera de la pesebrera o, menos frecuentemente, en un corral o potrerillo, lugar donde recibe alimento; además, el entrenamiento del caballo Chileno considera el trabajar en pareja junto a otro caballo.
Sin considerar el sexo, podemos decir que el caballo Chileno tiene una mayor predisposición a desarrollar este comportamiento. Sin embargo, a la luz de los resultados, el que este comportamiento se haya presentado sólo en machos y principalmente en machos enteros indica que existe un factor de riesgo asociado al sexo y más probablemente al manejo de los machos, por lo que adquiere validez lo sugerido por Houpt (1986) al señalar que el paseo circular en pesebrera es causado por el confinamiento y la frustración.
Esto es altamente probable si tomamos en cuenta que los criadores de caballos Chilenos habitualmente mantienen los machos enteros la mayor parte del día en pesebrera, sin contacto táctil con otros caballos y muchas veces aún sin contacto visual.
RESULTADOS
Con los resultados obtenidos, se puede concluir que el 50% de los criaderos de caballo Chileno tienen caballos con comportamientos anormales estereotipados, que la frecuencia de éstos en la raza es muy baja, con excepción del paseo circular en la pesebrera, probablemente debido a factores de riesgo asociados al manejo, los cuales sería interesante analizar en futuros estudios.

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