UVEITIS EN EQUINOS CAUSADA POR FOTOSENSIBILIZACIÓN

UVEITIS EN EQUINOS CAUSADA POR FOTOSENSIBILIZACIÓN


Facultad de Ciencias Veterinarias – 20/08/09
Univ. Nac. de La Pampa, Argentina
Introducción
La sintomatología comenzaba con una notoria fotofobia, lagrimeo, blefaritis y conjuntivitis purulenta, con corona pericorneal de vasos sanguíneos e iridociclitis, conservando la córnea su transparencia, con una llamativa dilatación del Iris en respuesta a la manifiesta opacidad blanco grisácea que presentaba el cristalino. Con presentación uni o bilateral, temperatura local y sin variación la temperatura general.

Llamaba también la atención la presencia de dermatitis localizadas únicamente en las partes blancas o despigmentadas de la piel en la tropilla, no siendo indispensable para presentar los problemas oculares descriptos.
Todos estos equinos pastoreaban en praderas de alfalfa (medicago sativa) grupo 7 que son alfalfas mejoradas de grupos de latencia superiores a la pampeana.
Etiopatogenia:
La alfalfa es una forrajera de elección, distribuida en Europa, Asia, Africa y América. Muy cultivada en nuestro país, Chile, Uruguay y sur de Brasil, se la considera planta fotosensibilizadora, para las distintas especies animales, pero de etiología incierta. La alfalfa además de producir en ciertas condiciones fotosensibilización posee sustancias estrogénicas (Garner, 1965) responsables de graves trastornos en la reproducción.
La actividad estrogénica en el caso de la alfalfa, no se destruye por desecado, considerándose que es más estrogénica que la alfalfa verde (Pieterse y Andrews, 1956). Igualmente, Medicago sativa posee principios tóxicos, agentes espumantes, del tipo de las proteínas citoplasmáticas (pectinas y saponósidos) responsables de meteorización en rumiantes.


Las pasturas de alfalfa en la región del caldenal en la región semiárida pampeana, no pueden ser consideradas 100% monofiticas, por el contrario, es lógico pensar en la presencia, en época primavero estival, de malezas o especies de presentación expontánea, también de comprobada acción fotodinámica en bovinos y ovinos.
Nos estamos refiriendo concretamente al Mijo de monte (Panicum sp.), a la Morenita (Kochia scoparia) y a la Viznaga (Ami viznaga). Especialmente mencionamos a esta última por su vegetación invierno primaveral, con floración al inicio del verano y de presencia en casi todos los alfalfares de la zona en proporciones variables, responsable de algunas conjuntivitis de origen fotodinámico en bovinos.
Debemos pensar también en la presencia de pulgones comunes en la alfalfa, un agente fotodinámico en los áfidos que habitualmente parasitan Medicago denticulata.

La presencia de un agente fotodinámico en la piel carente de pigmento o poco pigmentada, causa una reacción de hipersensibilidad bajo la acción de los rayos ultravioletas (llamados actínicos por poseer propiedades fotoquímicas), provocando no solo disturbios dérmicos, sino alteraciones de todo el organismo Esta entidad mórbida recibe el nombre de fotosensibilización.
La piel no pigmentada o las zonas con un manto piloso de baja densidad, como cara, párpados, orejas, labios, rodete coronario y periné, son los sitios más afectados por la fotosensibilización.

Cuando la sustancia fotosensibilizante llega a la epidermis, son activadas por la luz solar (rayos ultravioletas de mayor longitud de onda) provocando esta activación la liberación de histamina y serotonina con edema y muerte local . Debido al edema la irritación es intensa y por la muerte celular se produce la caída de piel. Cuando la concentración del agente fotodinámico en sangre es muy alto se pueden producir además signos nerviosos.
La fotosensibilización se produce por dos mecanismos primarios. El inicial está compuesto por plantas que causan fotosensibilización primaria. En este mecanismo se ingiere el agente fotodinámico en un estado preformado o se produce como resultado de un proceso metabólico. La fotosensibilización primaria es causada por la ingestión de plantas fotodinámicas o de medicamentos o químicos fotosensibilizantes.
El segundo mecanismo principal de la fotosensibilización en los caballos es el hepatógeno . Cuando el hígado no puede conjugar la filoeritrina, se produce un derivado de la porfirina por medio de la degradación microbiana de la clorofila en el intestino, que se acumula en la sangre y los tejidos.

Si la secreción biliar está obstruida por hepatitis o cualquier otra causa que interrumpa el flujo biliar, la filoeritrina se acumula en el organismo hasta llegar a concentraciones en la piel que la hacen sensible a la luz.
En los estratos superficiales de la piel, la filoeritrina absorbe la radiación ultravioleta del sol. La energía proveniente de la molécula de filoeritrina activada luego se transfiere a las células adyacentes desencadenando el fenómeno de inflamación.

La uveítis inmunomediada, denominada "oftalmia periódica", "ceguera lunar" o "uveítis recurrente", es la causa más común de ceguera en los caballos y se caracteriza por la presencia de una uveítis recurrente o persistente en uno o ambos ojos. La inflamación varía desde leve a grave y difiere en cada caso. Algunas veces una inflamación de bajo grado es más desvastadora que una aguda e intensa.
Las endotoxinas hidrosolubles o las exotoxinas, difunden a través del estroma y el humor acuoso afectando el iris en forma directa. La inflamación uveal primaria o uveítis, puede tener una etiología endógena (infecciosa, inmunológica, endotóxica) o exógena (traumatismos).
En los caballos este tipo de Uveítis ha sido denominada oftalmia periódica, uveítis recurrente o ceguera lunar y se la reconoció por siglos.
Hay que comprender la fisiopatología de la uveítis para diferenciar las causas infecciosas de las inmunomediadas y descartar enfermedades corneales cuando se sospecha de inflamaciones del tracto uveal, ya que el tratamiento difiere en cada una de estas circunstancias.
Materilaes y métodos
Sobre un total de 47 equinos, 21 presentaban lesiones de fotodermatitis solar en piel sobre las partes blancas de su pelaje; 9 de estos además los problemas oculares ya descriptos y 4 únicamente Uveitis.
Las lesiones de piel se las medico con Tintura de Centella Asiática en aplicaciones de mesoterápia con punturas alrededor de la lesión de 0,3 ml cada una, luego se pinceló con azul de metileno toda la región afectada.

Los Problemas oculares se los medicó con una formulación de L-arginina monohidrato e inosina base(*). Esta combinación de un aminoácido y un nucleósido, obtiene una desinflamación, cicatrización, reparación, inmunomodulación de las lesiones oculares como el aumento de las defensas in situ.
Su aplicación es subconjuntival bulvar, para poder trabajar con mayor comodidad y sin provocar molestias innecesarias, primeramente aplicamos 1,5 ml de xilocaína o lidocaína en el agujero supraorbitario y a los 10 minutos elevamos el párpado superior, y con una aguja calibre 15/5 o 16/5 se aplica un mililitro. En forma tangencial al ojo en el sector de la esclerótica, formando un habón que desaparece a las 72 hs. En todos los casos la aplicamos en ambos ojos.
Además se les aplico en ambos ojos pomada de Oxido amarillo de Mercurio.
A los 11 pacientes con uveitis se les aplicó también una dosis de 10 ml. de isonicotinato de dexametazona (Voren Depot(MR) ).
A toda la tropilla se la sacó de la pradera de alfalfa y se los ubicó en un potrero de monte con pasturas naturales.
Resultados
Los problemas dérmicos tuvieron una rápida recuperación en 20 días aproximadamente ya habían epitelizado en su totalidad. El tratamiento con inosina - arginina, subconjuntival dio buenos resultados para el tratamiento de la Uveitis. La dosis de 2 ml. utilizadas dio buenos resultados en lesiones graves con buena tolerancia por parte del ojo, formándole una papula que dura 4 a 5 días.

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