PRINCIPALES IMPLICACIONES DE LA LAMINITIS EN CERDAS

PRINCIPALES IMPLICACIONES DE LA LAMINITIS EN CERDAS
Universidad de Minnesota
Imágenes archivo
Traducción Gema Yagüe
Artículo original publicado en el FeetFirst Symposium on Sow Lameness,
levantado de portalveterinario.com 01/09/09
La laminitis tiene importantes consecuencias económicas y relativas al bienestar de las cerdas. En este artículo se detallan algunas de estas consecuencias y se ofrecen las principales pautas de actuación y perspectivas futuras de estudio.

La laminitis se ha reconocido siempre como un problema en las reproductoras. Sin embargo, el rango y coste de los efectos y las potenciales oportunidades de intervención no se han identificado adecuadamente. En este sentido, hemos percibido un aumento de la atención dedicada a esta enfermedad, dados los cambios de las expectativas en la longevidad de las cerdas y la preocupación en el bienestar de los animales.
Hay una necesidad clara de distinguir entre las meras asunciones y el verdadero conocimiento, así como identificar lo que todavía necesitamos saber sobre esta enfermedad. Esto será posible gracias a la dedicación de los profesionales.
Es necesario incluso reexaminar la definición de laminitis, que varía mucho entre aquellos dedicados a la producción porcina. Nuestra definición de laminitis se fundamenta en dos aspectos: el primero incluye los cambios en la marcha de las cerdas y el segundo abarca su buena disposición a andar y a permanecer en estación. Sin embargo, es probable que no sólo estos aspectos debieran incluirse en la definición de laminitis. Por ejemplo, probablemente los cerdos también manifiesten una conducta de protección y defensa, por lo que aunque puedan estar experimentando dificultades mecánicas o dolorosas, exhiban conductas normales, lo que impide la detección de la enfermedad.
Algunas implicaciones

El estado doloroso de la laminitis puede llevar, por un lado, a cambios en las conductas secundarias como las sexuales y, por otro, derivar en cambios fisiológicos y hormonales, tal y como se aprecia en otras especies en una situación con dolor.
Numerosos factores desafían a las cerdas cojas.

El primero de ellos son los efectos, directos e indirectos, del dolor, así como el efecto perjudicial de la laminitis en su bienestar. El dolor inhibe el movimiento, el consumo, la socialización y la conducta sexual. No sólo esto, sino que los cerdos afectados pueden moverse de forma que se exacerbe la laminitis. Con esta afección hay una mayor probabilidad de muerte y de desvieje temprano y pueden tener incluso más dificultad para adaptarse a las situaciones adversas como la conducta competitiva (agresiva o defensiva), el parto o un suelo de baja calidad.

No sólo nos deberían preocupar las cerdas, sino que también afecta al personal. Con una alta prevalencia de laminitis podemos ver un incremento en los servicios requeridos para el tratamiento y los sacrificios derivados de ella, se requiere más tiempo para mover a las cerdas y se incrementa el tiempo dedicado a las actividades de reemplazo del ganado. Añadiríamos también que, a menudo, entre aquellos implicados en el día a día en el cuidado y manejo de las cerdas cojas hay una sensación de frustración, dado que hay pocas alternativas en los tratamientos.

Incluso con una visión más global, la laminitis en las cerdas debería preocupar también a la industria. Con esta afección se produce un aumento en los costes de producción debido a un mayor ratio de renovación y una menor productividad, máxime cuando los costes de alimentación continúan creciendo. Vemos una menor probabilidad de enviar a los animales afectados a matadero, particularmente si se es puntilloso con los animales que llegan en peores condiciones y que pueden ser rechazados para su comercialización en el mercado.
Por ejemplo, en Dinamarca se ha prohibido el sacrificio de cerdas con úlceras en los hombros, y éstas predisponen a la laminitis. Como las probabilidades de enviar a matadero a los animales disminuyen, aumentan los costes de eliminación. Con una mayor prevalencia de cerdas cojas vemos que hay costes asociados al sacrificio, pero también asociados a la identificación de la cerdas de la explotación y los costes asociados a la eutanasia.
Una enfermedad difícil de estudiar

Después de considerar todos estos efectos potenciales, tenemos que admitir que es una enfermedad insuficientemente estudiada, probablemente debido a cuatro factores. En primer lugar, es una enfermedad difícil de estudiar desde un punto de vista prospectivo porque la expresión clínica puede tardar más de un año en desarrollarse. La evaluación retrospectiva de los animales cojos es de dudosa utilidad porque el punto de inicio de la enfermedad se desconoce.

El segundo factor es que, a menudo, no se asocia con ninguna medida concreta en los informes económicos, por ejemplo, es difícil comparar el coste de la enfermedad con el coste de alimentación. En?tercer lugar, ha habido una frustración real en localizar y definir el problema, una vez identificado. Finalmente, hay una tentación a ignorar el problema o echar la culpa a otra cosa. Los problemas de laminitis y, particularmente, los problemas de aplomos, son fáciles de ignorar, ya que el tratamiento de elección es la eutanasia o el desvieje y el diagnóstico suele ser engorroso porque necesitamos levantar a las cerdas para ver las lesiones.

Esta ignorancia y, a veces, la apatía del personal en porcino contrasta con el considerable trabajo que se realiza en vacas lecheras. La laminitis y el confort de las vacas son puntos de discusión importantes y hay una conferencia bienal sobre esta cuestión, pero esto no es porque tenga más relevancia este problema en vacas lecheras. Vemos prevalencias similares así como los mismos retos para el mantenimiento de las hembras reproductivas en nuestros rebaños.

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