¿Cuántas consultas se dejan de cobrar cada año en una veterinaria?

¿Cuántas consultas se dejan de cobrar cada año en una veterinaria?

En España mas del 6% de las consultas no se han cobrado (Pere Mercader)
En Argentina no tenemos datos, pero podemos empezar:

Cuando regalamos servicios
sin cobrarlos los devaluamos
a los ojos del cliente
y le incitamos a pensar
que nuestro tiempo y
conocimiento no vale nada.

¿Cómo podemos minimizar esto?

• Discutamos con nuestro equipo y definamos por escrito en qué situaciones concretas se puede no facturar ni cobrar una visita.

• Llevemos un registro de visitas no cobradas, de modo que cualquier persona que no cobre una visita deba reportar la causa. El control de esta cuestión
debe ser llevado por una persona diferente
al veterinario, por ejemplo la recepcionista,
que cotejará diariamente el número
de visitas recibidas por los veterinarios
frente al número de visitas cobradas.

• Definamos en nuestra lista de servicios el concepto de “consulta de seguimiento”, e imputémosle un precio proporcional al precio de una visita regular (típicamente entre la mitad y dos tercios). Discutamos y definamos –de nuevo- con nuestro equipo, o con el espejo, en qué situaciones se consideran como “visitas de seguimiento”, y vigilemos especialmente que no se esté utilizando este concepto para realizar descuentos en primeras visitas.
Si nos queremos justificar, siempre hay una razón más o menos válida para regalar una visita a un cliente: “era sólo un seguimiento”, “es una buena clienta”, “en aquella otra clínica le cobran mucho menos…”.

Pero lo cierto es que cuando regalamos servicios sin cobrarlos:

• Los devaluamos a los ojos del cliente.

• Incitamos al cliente a pensar que nuestro tiempo y conocimiento no vale nada, y creamos la expectativa de que futuras visitas también serán gratuitas, creando conflicto cuando esto no es así.

• Enviamos un mensaje contradictorio a nuestro equipo (“si la jefa lo hace, será que
está bien”).

• Probablemente prestamos el servicio con menos dedicación y esmero, porque “al fin y al cabo no se le ha cobrado”.

• Si tenemos la costumbre de realizar 2-3 consultas de seguimiento sin cobro después de cada cirugía, rehagamos nuestra lista de precios y nuestros presupuestos para incluir el coste de esas 2-3 visitas adicionales e informemos al cliente convenientemente de que el precio total del servicio incluye esas 2-3 visitas de seguimiento.

PARA TENER EN CUENTA EN EPOCAS DE CRISIS

PARA TENER EN CUENTA EN EPOCAS DE CRISIS
Recomendaciones basicas:

1) Extremar la calidad en la atención al cliente, con un doble objetivo: retenerlos y que perciban que obtienen valor hasta por el último peso que nos pagan.

2) Optimizar la gestión de costos: evaluar todos y cada uno de nuestros costos fijos hasta cerciorarnos de que están justificados y aportan valor a nuestro negocio.

3) No cobros = cero: guerra sin cuartel a los no-cobros (intencionados o no).

4) No recortar la inversión publicitaria y/o en marketing: ahora la necesitamos más que nunca.

5) Evaluar muy cuidadosamente cualquier nueva inversión: ¿qué aporta esta nueva inversión a mi empresa en términos de aumento de ingresos o de reducción de costos?

6) Aprovechemos para hacer el “trabajo fino”: llamadas de seguimiento, repaso a historias médicas, protocolos…

7) Facilitar sistemas de crédito a los clientes, especialmente en el caso de cirugías o de tratamientos prolongados.

8) Analizar la información económica con más detalle y rigor que nunca.

Nutrición y cáncer (I)

Nutrición y cáncer

La caquexia tumoral es el proceso paraneoplásico más frecuente en Veterinaria. Además de afectar a la calidad de vida del paciente, tiene un efecto negativo sobre el éxito de la quimioterapia y, por tanto, debe ser controlada.
Roberto Elices Minguez
Nutrición Animal
Facultad de Veterinaria. UCM

“Nutrition and Cancer”, en Seminario Alimentazione e patologie tumorali nel cane: incidenza, prevenzione e terapie. Ente Nazionale della Cinofilia Italiana (ENZI), febrero 2009, Milán.
Imágenes cedidas por el autor

Como consecuencia de un mayor bienestar de nuestras mascotas, su vida se ha alargado y con ello sus enfermedades. Actualmente, se estima que el 40% de los perros de más de diez años desarrollarán procesos oncológicos (figura 1). Por este motivo, y unido al hecho de que es una enfermedad que nos afecta directamente o que lo hará en un futuro (familiares, amigos y otras mascotas), podemos considerar que estamos trabajando con una patología de gran carga emocional y de gran sensibilidad.


Figura 1. Se estima que el 40% de los perros de más de diez años desarrollarán procesos oncológicos.

Del tipo de cáncer, y de la posible metástasis, dependerá el pronóstico del animal. La preocupación principal de los propietarios ante estos procesos es la esperanza de vida de su mascota. En este sentido, la nutrición y alimentación no es un factor fundamental, pero sí es una variable que influye directamente en la supervivencia. No vamos a curar al paciente, pero sí vamos a mejorar su calidad de vida y su respuesta ante los tratamientos antitumorales.
Cuando comparamos con Medicina, vemos que existen pocos estudios sobre este campo en Veterinaria debido a que la prevalencia es diferente en perros y gatos, la susceptibilidad a la enfermedad es distinta, existe una variabilidad en la respuesta a los tratamientos y, por último, debido a la frecuencia con que se eutanasia al paciente (los propietarios aceptan mal los síntomas asociados a la enfermedad o a la quimio). Del mismo modo, la información disponible sobre cómo podemos prevenir esta patología es muy escasa.
Los enfermos de cáncer presentan una pérdida de peso asociada a múltiples síntomas propios de la enfermedad o de los tratamientos farmacológicos, denominada caquexia tumoral. Se trata de un síndrome paraneoplásico bien descrito, asociado inversamente con la supervivencia y calidad de vida, así como con el éxito de los tratamientos quimioterápicos. Entre el 30 y el 80% de los perros desarrollarán caquexia y el 25% morirá como consecuencia de ella. Sobre él, su patofisiología y el manejo versa el siguiente artículo.














Cáncer y caquexia tumoral

Figura 2. El organismo de los pacientes con cáncer produce un exceso de células malignas con un comportamiento y crecimiento descontrolado, superior al normal, con invasión de los tejidos circundantes y formación de nuevo tejido canceroso a distancia.
















Figura 3. Radiografía de un perro con un tumor en el bazo.


Figura 4. Radiografía de un paciente con osteosarcoma.
¿Qué es el cáncer? Empleando palabras simples, se trata de un conjunto de enfermedades donde el organismo produce un exceso de células malignas (cél. cancerosas) con un comportamiento y crecimiento descontrolado, superior al normal, con invasión de los tejidos circundantes y formación de nuevo tejido canceroso a distancia (metástasis) (figura 2).
Es evidente que existen procesos tumorales claramente visibles y de fácil diagnóstico, pero existen otros muchos donde es muy complicado diagnosticar sus primeras fases.
Hemos hablado sobre pérdida de peso, pero existen otras enfermedades o situaciones que también producen pérdida de peso (i.e. hipertiroidismo, leishmaniosis), y por eso es importante disponer del historial del paciente. En la caquexia tumoral existen unos parámetros que son claramente diferentes a la anorexia. Generalmente, la ingestión de alimento (=energía) y el gasto energético son normales o están incrementados. Por otro lado, la masa muscular (muy importante su valoración sobre los relieves óseos) y la grasa corporal están disminuidas y no conseguimos revertir el proceso a pesar de que aumentemos y modifiquemos la ración diaria
Por tanto, la caquexia se asemeja más a un proceso crónico o séptico que a un proceso de ayuno (excepto en las fases terminales).
Definimos la caquexia tumoral como el proceso paraneoplásico más común en Veterinaria, caracterizado por una pérdida progresiva e involuntaria de peso y condición corporal, como consecuencia de las alteraciones metabólicas que tienen lugar y refractaria al tratamiento alimentario.
La pérdida de peso se produce por varios factores:
• Localización y grado de infiltración del tumor. En este sentido puede verse comprometido directamente (i.e. cáncer de páncreas) o indirectamente (i.e. tumor en bazo; figura 3) el proceso digestivo o por una escasa movilidad del paciente (i.e osteosarcoma; figura 4).
• Disfunción digestiva
• Anorexia
• Efectos secundarios de los tratamientos quimioterápicos
• Citokinas humorales y tumorales: TNFα (factor de necrosis tumoral), interleukinas 1 y 6, PIF (factor de proteólisis), LMF (factor de movilización de la grasa).
• Y principalmente, por las alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasa.

Alteraciones del metabolismo y citokinas
Para manejar, desde un punto de vista nutritivo, a los pacientes con cáncer, es necesario revisar las alteraciones metabólicas que tienen lugar.
Las células tumorales, al igual que las células “normales”, emplean glucosa como fuente de energía, pero, a diferencia de éstas, utilizan rutas bioquímicas anaeróbicas. Es decir, degradan la glucosa hasta piruvato, de ahí hacia lactato y éste, en el hígado, por el ciclo de Cori vuelve a sintetizar glucosa. En este proceso se generan y se utilizan unidades de energía (ATP), pero el balance final tiene un resultado negativo. Por otra parte, algunas citokinas (TNFα) liberadas desde el tumor provocan alteraciones en las mitocondrias y evitan la producción de estas unidades de energía.
Además de emplear los azúcares simples como fuente de energía, las células cancerosas utilizan las proteínas como nutriente a través de la vía ubiquitina-proteasoma, regulado por algunas citokinas, i.e. PIF, TNFα, IL6. Esta ruta metabólica degrada la proteína (proteolisis) para la obtención de energía. De nuevo, este proceso necesita unidades de energía (balance energético negativo). El resultado es que el gasto en proteína es mayor que la síntesis de la misma (balance de nitrógeno negativo) y su reflejo es la pérdida de masa muscular. Esta pérdida no afecta sólo a la musculatura, sino que se producen alteraciones en el sistema inmunitario, en la coagulación y en el proceso de cicatrización.
En las fases avanzadas de los procesos cancerosos, estas células, a través de las citokinas TNFα y LMF, empiezan a utilizar la grasa corporal como fuente de energía, a pesar de la dificultad que tienen para oxidar los lípidos. Además, estas citokinas contribuyen a un descenso en la lipogénesis.

Identificación de los enfermos
Desde un punto de vista clínico es importante clasificar a nuestros pacientes; existen algunos métodos simples que nos permiten esta clasificación.



Figura 5. La supervivencia y el éxito de los tratamientos
quimioterápicos es significativa cuando la BCS
de los perros enfermos es superior a 3.
1. El primero de ellos consiste en valorar las modificaciones en el peso corporal a lo largo del tiempo, incluida la pérdida de masa muscular y de condición corporal: podrían interpretarse como sospecha de caquexia tumoral las pérdidas de peso del 5-10% respecto al peso inicial en un periodo inferior a los 6 meses.
2. En segundo lugar, podemos ver cuál es la conformación del perro con cáncer. Hay varias formas de valorarlos:
• índice de la Puntuación Corporal (BCS) en la escala de 9 puntos (Laflamme, 1997), el cual toma valores inferiores a 3/9;
• la estimación de la grasa corporal a partir de las medidas morfométricas (Laflamme et al., 2001; Hawthorne, 2000; Burkholder, 1994) con una composición grasa media inferior al 10%;
• por el Índice de la Puntuación de la Grasa Corporal (Baez et al., 2007), con valores inferiores a 2/3 y,
• por el Índice de la Puntuación de la Masa Muscular (Michel et al., 2004), con valores inferiores a 2/3.
La supervivencia y el éxito de los tratamientos quimioterápicos es significativa cuando la BCS de los perros enfermos es superior a 3 (figura 5).



























Prevención: dieta anticancerígena
• Varios estudios en medicina veterinaria
• Medicina humana: la obesidad es un factor pronóstico
• Reducir la ingesta energética alrededor del 70-80%
• Dieta equilibrada
• Enriquecida en nutrientes especiales
• Salud digestiva


Manejo dietético del paciente con cáncer
A la vista de estas consideraciones previas, conviene recordar que las alteraciones metabólicas asociadas a la caquexia persistirán en el tiempo y que la correcta alimentación y nutrición de nuestros pacientes tiene como objetivos preparar al perro para la cirugía, minimizar el crecimiento tumoral y los efectos de la caquexia, y por tanto, aumentar la calidad de vida del animal.
La primera regla de oro es asegurarnos de que el paciente ingiera alimento, sea cual sea -el peor alimento ingerido es mejor que la mejor dieta rechazada- y lo más rápido posible. Si nuestros pacientes dejan de comer por un periodo de 3 a 7 días, o su pérdida de peso es hasta del 10% en un periodo de 10 días, y siempre que el aparato digestivo funcione correctamente, deberemos iniciar una alimentación forzada o incluso emplear una sonda esofágica/nasogástrica.
Las necesidades energéticas de los perros con cáncer no se encuentran incrementadas como consecuencia del proceso, sin embargo desde el punto de vista práctico se ha visto que emplear un factor de corrección de 1,1 a 1,8 sobre las necesidades de mantenimiento (NRC, 2006) parece recomendable.
El perfil de la dieta en estos casos viene determinado por las características particulares revisadas anteriormente. En este sentido, la ración debería ser muy palatable (aromática y de gran sabor), incorporar bajos niveles de azúcares simples (<> 35% MS) y de ciertos aminoácidos, altos niveles de grasa (>25-40% MS) y, en algunos casos, estar enriquecida en nutrientes con actividades específicas para estas situaciones.
Los elevados niveles de grasa, en ciertas ocasiones, determinan la eliminación de heces blandas o cuadros de esteatorrea, los cuales se podrían prevenir con una transición de 7-10 días durante el cambio de dieta y/o incrementando los niveles de fibra dietética por encima del 5% (MS) sobre el total de la ración.

¿Cuáles son las fases en el desarrollo del cáncer?
1.- Fase pretumoral o preclínica: no hay sintomatología clínica clara. Tan solo existen cambios bioquímicos que son un reflejo de las alteraciones que están teniendo lugar, particularmente en el metabolismo de los hidratos de carbono: i.e. aumento del lactato, insulina, triglicéridos y modificaciones en los perfiles de algunos aminoácidos (bajas concentraciones de cisteína, treonina, valina y altas concentraciones de fenilalanina o isoleucina).
2.- Fase o estadio tumoral: comienzan los signos clínicos. Ya se produce pérdida de peso y de condición corporal, sobre todo de masa muscular. Las alteraciones del metabolismo incluyen también a las proteínas.
3.- Fase o estado caquéctico: en esta fase se produce, además, pérdida de la grasa corporal. Hay un balance negativo respecto al nitrógeno. Representa el final de la vida de nuestro paciente. Los efectos del tumor y de la caquexia determinan el desahucio del paciente.
En algunos casos, dependiendo del proceso canceroso y de la condición corporal, llegamos a la fase de recuperación.

AUMENTOS MARZO 2010

CYNTHILAB ..+7%
HOLLIDAY +4 a 5%
KONIG ..+8% A 12%
KUALCOS ..+VARIADO
J´ANVIER ..+2%
JHON MARTIN ..+12%
MERIAL ..+5%(PIPETAS)
PAUL .. +8%
PFIZER .. +8%


VETERINARIOS EN CRISIS- suicidios...

ALTAS TASAS DE SUICIDOS EN NUESTRA PROFESION ALERTAN A LOS BRITANICOS:

La Asociación de Veterinarios Británicos ayudará a los veterinarios en crisis

Miembros del Grupo de Servicios de la Asociación de Veterinarios Británicos ha desarrollado un adhesivo de la línea de ayuda para veterinarios que se envió con la Veterinary Record, el pasado 20 de febrero.
La alta prevalencia de la depresión y el suicidio en la profesión veterinaria están bien documentados. La tasa de suicidio dentro de la profesión veterinaria es cuatro veces mayor que en la población general y aproximadamente el doble de la tasa de otros grupos de alto riesgo, incluyendo los agricultores y los profesionales médicos. La investigación ha demostrado que las largas horas, el riesgo de errores profesionales y las altas expectativas de los clientes y el trabajo administrativo llevan a altos niveles de ansiedad y síntomas depresivos.
El adhesivo de la línea de ayuda para veterinarios (Vet línea) recordatorio constante para que los profesionales veterinarios sepan que está allí para asistirlos. Es una línea de ayuda confidencial, tripulada por voluntarios capacitados de la profesión veterinaria está disponible todo el día todos los días del año para ofrecer apoyo y directa a la ayuda de especialistas cuando sea necesaria. Además del número de teléfono de la línea de ayuda para veterinarios, la etiqueta también muestra el número de los samaritanos e incluye la dirección del sitio web, Vetlife, que es una "ventanilla única" con todo tipo de ayuda disponible.
Expresando su preocupación por el bienestar mental de la profesión, el presidente de la Asociación de Veterinarios Británicos, el Profesor Bill Reilly, dijo: "Por favor, recuerde que si usted se siente deprimido, solo o bajo presión, o que tal vez preocupado por un colega, se puede hablar con confianza con los voluntarios entrenados de la profesión veterinaria. La línea de ayuda veterinaria es para todos los cirujanos veterinarios, enfermeros y estudiantes.
El número de teléfono es 07659 811118 begin_of_the_skype_highlighting 07659 811118 end_of_the_skype_highlighting, disponible las 24 horas del día, con respuesta rápida, todos los días del año, para veterinarios, enfermeros y estudiantes. Para más información, acceda al siguiente sitio web: www.vetlife.org.uk .
GRACIAS PORTAL VETERINARIO

HONORARIOS PROFESIONALES

LISTADO DE HONORARIOS PROFESIONALES - CONSEJO PROFESIONAL AGOSTO 2009

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Un estudio detecta Leishmania infantum en garrapatas

Un estudio detecta Leishmania infantum en garrapatas
La leishmaniasis canina comúnmente es transmitida por insectos flebótomos
Por Lollie Campbell

Investigadores italianos han llevado a cabo un estudio para determinar si las garrapatas pueden ser vectores transmisores de Leishmaniasis.
La leishmaniasis canina es una enfermedad generalizada causada por los parásitos Leishmania, que son transmitidas por insectos flebótomos. Sin embargo, en algunas zonas donde la leishmaniosis canina es endémica, pero los principales vectores no se han encontrado, se ha sospechado que las garrapatas desempeñan un papel en la transmisión de la infección.
Para investigar más acerca de esta hipótesis, un equipo de investigadores del Departamento de Sanidad Pública y Zootecnia de la Universidad degli Studi di Bari en Italia, ha llevado a cabo una estudio* para comprobar si efectivamente las garrapatas son capaces de actuar como vectores de la leishmaniasis.
Los científicos basaron su investigación en lugares donde la patología es endémica. Tomaron dos sitios como referencia, el sitio A fueron zonas rurales del sur de Italia y el sitio B fue el Nordeste de Brasil. Allí, entre marzo y octubre de 2007 se recolectaron garrapatas de 26 perros positivos a los anticuerpos anti-Leishmania (uno del sitio A y 25 del sitio B). Las garrapatas fueron conservadas en frascos que con 70% de etanol o mantenidas con vida para la identificación y su posterior disección.
Todas las 95 garrapatas recolectadas fueron morfológicamente identificadas como Rhipicephalus sanguineus. Tras la identificación, su ADN genómico fue extraído (ya sea individualmente o en acervos genéticos) y procesado por la reacción en cadena de polimerasa para la detección de L. infantum. Dos de los acervos genéticos de las glándulas salivares de las garrapatas (uno de cinco hembras y otra de cinco machos) encontradas en un perro del sitio A, fueron positivos.
La secuenciación por Amplicon confirmó la identidad del parásito. Además, nueve (12,3%) de las 73 garrapatas de los perros en el sitio B, examinadas mediante la reacción en cadena de polimerasa, dieron positivas con una carga parasitaria baja (menos de 1 parásito / ml).
Por lo tanto, los investigadores informaron que se pudo detectar la presencia de Leishmania infantum kinetoplast minicircle ADN (kDNA) en las garrapatas de los perros infectados que viven en zonas rurales del sur de Italia (Sitio A) y en el Nordeste de Brasil (sitio B).
Este es el primer estudio donde se han recuperado datos sobre L. infantum kDNA en las glándulas salivares de las garrapatas R. sanguineus. Por lo tanto, se necesitan más estudios para evaluar la competencia de las garrapatas como vectores de parásitos Leishmania de perro a perro.

* Dantas-Torres F, Lorusso V, Testini G, de Paiva-Cavalcanti M, Figueredo LA, Stanneck D, Mencke N, Brandão-Filho SP, Alves LC, Otranto D. Detection of Leishmania infantum in Rhipicephalus sanguineus ticks from Brazil and Italy. Parasitol Res. 2010 Feb 3.